Hay detalles que dicen mucho. En el piso de media intensidad ARGINAO, da gusto trabajar. Entrar en el salón de la casa, es un placer. La luz, el paisaje que se ve desde la terraza que da a la escuela de La Peña con la que tanto colaboramos, el monte y la campa con las ovejas, hace que vivir y trabajar allí sea más acogedor y agradable; pero lo más significativo de esa sala y del trabajo que se realiza en Arginao, es sin duda el lado humano que muestra el mural de fotos llenas de cariño y de recuerdos que van creando las personas que conviven en él.

En ese corcho estamos todas y todos: voluntarios/as, estudiantes en prácticas, compañeras del centro de día, de Tiempo Libre, personas que estuvieron anteriormente residiendo allí, familia y como no, la educadora del piso. El trabajo que se realiza en Arginao, es un ejemplo del concepto de ARTESANÍA que tanto mencionamos cuando describimos nuestra intervención.

Este proyecto lo gestionamos gracias al área de Inclusión de la Diputación Foral de Bizkaia, para acompañar a personas que necesitan apoyos en la vida diaria y herramientas para acceder en el futuro a un a vida autónoma en el medio comunitario. Sospechamos que vamos bien encaminadas. Este mural nos dice que hay ilusión, motivación, vínculo y mucho agradecimiento.