Las personas que hacemos Zubietxe (tanto las profesionales, como las usuarias, o las voluntarias o las estudiantes en prácticas) somos parte de una comunidad y, como tales, tenemos la responsabilidad de participar de las actividades de esta comunidad, con el ánimo de hacerla más abierta y participativa. Para nosotras, esto es hacer trabajo comunitario, esto es fortalecer la comunidad y fortalecernos a nosotras mismas como parte de esta comunidad. Muchas veces, cuando se habla de trabajo comunitario, tendemos a pensar en grandes intervenciones, programadas por una compleja red de instituciones y colectivos vecinales que buscan una gran transformación de la realidad social, las condiciones económicas o las infraestructuras de un vecindario concreto. Unas transformaciones que se prolongan en el tiempo, que se realizan después de innumerables reuniones, asambleas, programas, etc. Y sí, eso es el trabajo comunitario, pero no solo… porque fortalecer la comunidad, ser parte de ella, trabajar con ella, es también hacer cosas más modestas, más cotidianas, más a la medida de la propia gente, implicándose en aquello que la propia comunidad considera importante, como por ejemplo, participar de una fiesta de carnaval…
El pasado sábado 21 de febrero, en el centro Sociocultural de Abusu (Arrigorriaga), se celebró un fiesta de carnaval pensada para los más pequeños y las más pequeñas del entorno vecinal de Abusu-La Peña, y como no podía ser de otra manera, allí estuvimos, aportando lo que podemos para hacer de estos espacios lúdicos y festivos momentos de trabajo comunitario, de educación en valores, de solidaridad…
Nuestra modesta aportación fue repartir tostadas de carnaval hechas en la cocina de nuestro centro de día y montar un photocall, también carnavalero, en el que la gente pudiera sacarse una foto divertida que después les imprimíamos en papeles de colores para que pudieran llevársela como recuerdo.
Y así pasamos la mañana, disfrazadas, repartiendo tostadas y fotografías, estando con la gente del barrio, participando con ella y con los niños y las niñas que jugaban por todas partes… En el fondo, estando juntas y ayudando a todas las personas a ser cada día más una comunidad, un vecindario, un espacio de convivencia. Porque al final… ¿qué sino eso es el trabajo comunitario?