En el Monte Gorbea, en lo más alto, hay una cruz de amor….. y las personas de Zubietxe, que hemos llegado hasta allí. Ha sido muy emocionante. Cada persona a su ritmo. Casi todos hemos llegado a la cumbre, pero lo más especial ha sido hacerlo juntas y juntos, ya que quienes iban más arriba han decidido esperar para llegar en grupo.
Algunos días las personas con las que trabajamos nos reconcilian con la profesión y con la vida. Hoy ha sido uno de esos días.