Bilbao, barrio de Deusto, un quinto sin ascensor. En un bloque de edificios tan común como los que lo rodean, en un apartamento tan común como los que lo rodean; nos encontramos, si nos invitan, un piso diferente al resto. Aparentemente nada lo diferencia del resto: ni el ruido, ni la apariencia, ni el trajín del día a día. Nada nos puede hacer pensar que tras la puerta principal existe una vida diferente, 6 tipos de vida diferentes. Diferente en el sentido de incomparable, diferente en el sentido de único. El piso de Hiritar se trata de un piso de segundas oportunidades, o de oportunidades, solamente. Nos encontramos un piso intercultural, vivo, bilingüe e inclusivo.
Si tienes suerte, Mohammed o Cheik te abrirán la puerta. Te invitarán a compartir el salón Youssef o Papa, que junto con Ahmed o Brahim te darán conversación. Una charla de tú a tú donde todo, o casi todo, vale. Política, gastronomía, experiencias… En estas conversaciones nos adentramos en el viaje de cada una de estas personas, un proceso migratorio que aterriza en Bilbao y en Zubietxe. Y nos encontramos, en sus relatos, con personas valientes y decididas a encaminar su proyecto vital en la dirección que ellas han elegido.
Hiritar es un piso libre de prejuicios, que se ocupa de aquellos que no han tenido la suerte que otros hemos tenido. No solamente ofrece un techo y cuatro paredes, sino también ofrece una familia, una familia de 6 personas dentro de la familia que queremos formar en Zubietxe.
Y si tienes suerte, solo si tienes suerte, Youssef, Papa, Cheik, Brahim, Mohammed y Ahmed te invitarán a volver. Pero eso ya es cosa tuya.